El 4 de Noviembre de 1979, mientras
la revolución iraní alcanzaba su punto álgido, algunos militantes irrumpieron
en la embajada de Estados Unidos en Teherán y tomaron cincuenta y dos prisioneros
estadounidenses. En mitad del caos, seis de ellos logran escapar y encuentran
refugio en casa del embajador canadiense. Sabiendo que es sólo cuestión de
tiempo que los encuentren y, muy probablemente, los maten, los gobiernos
canadiense y americano solicitan a la CIA que intervengan. La CIA recurre a su
especialista, Tony Méndez, que traza un plan para sacar a los seis americanos
del país de forma segura. Un plan tan increíble que sólo podría salir bien en
una película.
Basada en hechos reales, ARGO relata
una operación secreta para rescatar a esos seis ciudadanos de EEUU y el papel poco
conocido que la CIA y la industria del cine de Hollywood tuvieron, una
información que no se desclasificó hasta muchos años después del suceso. De
este argumento surge un sobrio y eficaz thriller, heredero del cine político de
los años 70, con notas de humor y sátira derivadas de la idea puesta en marcha
para liberar a los refugiados. Sin embargo, se deja notar cierto maniqueísmo o
simplificación buenos-malos, apareciendo los iraníes revolucionarios
básicamente como unos seres barbudos e iracundos. BEN
AFFLECK es el director (THE TOWN CIUDAD DE LADRONES, ADIÓS
PEQUEÑA ADIÓS), con John Goodman y Alan Arkin.
En el año 2012 ha obtenido un sinfín
de premios, entre ellos tres Oscar (mejor película, guión adaptado y montaje)
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